entrevista para Caligrama Editorial ¿Cuándo te embarcaste en la aventura literaria? En 2014 publico mí primer libro, se trataba de un poemario: Cuando El Mar Ya No Se Mueve. ¿Por qué escribes? Para intentar aportar un punto de vista “más desenfadado” a una sociedad demasiado deshumanizada y constreñida en aparentar más que los demás. siempre intentando ser “políticamente correcta”. ¿Cómo surge el libro Pastillas Para No Soñar? Es muy curioso. Una “simple” frase de un anuncio de televisión, que, con el tiempo, no sólo se convertiría en la idea en la que cimentar la trama de la novela, sino que, además sería el título del libro. ¿Cómo definirías esta obra? Una novela ágil. Con un elenco de personajes fácilmente “encontrables” en una sociedad tan globalizada cómo la actual. ¿De qué manera la historia de este libro se vive entre lo onírico y lo real? Para vivir en está sociedad “mejorada”, ¿acaso no tuvimos que soñar con lo que hoy es la realidad? ¿Qué importancia tienen los sueños para los personajes de este libro? Son los canalizadores para empezar a intentar hacer las cosas de otra manera, que ellos, en su opinión, creen mejor. ¿Por qué escenarios y en qué época transcurre la trama? A Coruña, Madrid (España), Luanda (África), Chicago (América). Desde unos 26 años atrás, hasta la actualidad Y, por supuesto, en el mundo onírico de Óscar, el protagonista del libro. ¿Qué retrato de la sociedad haces en tu obra? A veces “juego” a bocetar una distopía, con pinceladas humorísticas de la sociedad actual que nos está intentando distanciar. Hasta ahora habías escrito poesía, ¿cómo ha sido la experiencia de escribir tu primera novela? Ha sido una aventura, un desafío, es un “ser vivo” que evolucionaba con el paso del tiempo (y mucho, mucho trabajo; ja, ja, ja). ¿De qué manera te ha inspirado la poesía para esta obra? En realidad, creo que está novela es una poesía larga, me explico. Para mí, la poesía es la morada de los sentimientos, y las palabras, son los vehículos en los que viajan esos sentimientos, en su forma escrita. Simplemente, esté género me permitió utilizar más de esos “vehículos”. ¿Qué te gustaría conseguir en el público lector? Que consigamos ser capaces de ponernos en el lugar del otro, antes de formarnos una opinión. Que afrontemos los problemas con imaginación y positivismo. En definitiva, sin prejuicios y dogmas rancios. ¿Cómo recomendarías tu libro a alguien? ¡TE VAS A DIVERTIR! Se trata de una novela “ligera” e imaginativa que toca varios temas de actualidad. Aportando los diferentes puntos de vista de los personajes que la salpican con deliciosa pluralidad. Sin profundizar demasiado en ninguno de ellos, meras pinceladas… para que cada uno, termine de pintar su lienzo. ¿Cuál ha sido el mayor reto a la hora de escribir esta obra? Ja, ja, ja. Todos. ¿Qué aspectos crees que definen tu estilo literario? Un “tono”, en general “desenfadado”. Con algunos recursos tomados prestados de la poesía. ¿Suele servirte algún método de trabajo a la hora de escribir? Intento “introducirme” en la escena que quiero describir. ¿Alguna anécdota a resaltar relacionada con el proceso creativo de Pastillas para no soñar? Cuando las “musas” no querían hacer acto de presencia, (durante días, incluso meses) jugaba al snooker (una modalidad de billar). Termina la frase: Caligrama es Por ahora, la mejor editorial con la que tuve el placer de trabajar. La mejor con mucho, se nota en todos sus mecanismos que forma parte de uno de los grupos editoriales más grandes del mundo. preguntas ráfaga EL ÚLTIMO LIBRO QUE TE HA GUSTADO: “Donde habita el olvido” y “el papá mago”. UN LIBRO QUE QUIERAS LEEr: “El experimento panzergeist” y “el aspecto del Diablo”. UNA CANCIÓN O PIEZA MUSICAL COMO BANDA SONORA DE ESTA OBRA: “Aprendiendo a soñar” (Los secretos) y “pastillas para no soñar” (Joaquín Sabina). UNO DE TUS AUTORES PREFERIDOS: Gabriel García Márquez y Pablo Neruda. UNA DE TUS AUTORAS PREFERIDAS: Amy Tan e Isabel Allende. UNA FRASE DEL LIBRO PASTILLAS PARA NO SOÑAR: ¿Es posible progresar sin soñar?

Reseña de caligrama editorial en: de lector a lector El coruñés Pedro Alonso de la Iglesia escribe su primera novela Pastillas para no soñar. El libro es un ingenioso boceto de distopía con pinceladas de humor sobre el mundo onírico y la sociedad actual. La editorial Caligrama publica Pastillas para no soñar. Pedro Alonso de la Iglesia escribe una novela desenfadada que pone el foco sobre la deshumanización social. Los personajes se cruzan en unas páginas de narrativa poderosa y clara que se inclina hacia la poesía cotidiana. «En realidad, creo que esta novela es una poesía larga. Para mí, la poesía es la morada de los sentimientos, y las palabras son los simples vehículos en los que viajan esos sentimientos, en su forma escrita», dice el autor. Un ingeniero informático introvertido, una destacada periodista enamorada ciegamente del hijo de un mafioso italiano, una joven promesa del fútbol alejado de su familia desde muy temprana edad, estos y otros personajes son reflejo de una sociedad actual en la que todo parece desmoronarse. Sus vidas sucederán entre el mundo de los sueños y la realidad. «Los sueños son los canalizadores para empezar a intentar hacer las cosas de otra manera, que ellos, los personajes, en su opinión, creen mejor», cuenta el escritor coruñés. Todos ellos se moverán por ciudades como A Coruña, Madrid o Chicago y conseguirán poner al público lector en el lugar de quienes afrontan sus problemas con imaginación y positivismo. Esta es una novela ágil, rítmica y divertida en la que la narrativa se plantea en búsqueda continua de la belleza estética literaria. Todo lo que se cuenta encaja como si de un rompecabezas se tratara. Pedro Alonso de la Iglesia sabe ahondar en las relaciones y construye una historia inolvidable. Pedro Alonso de la Iglesia: Nació en A Coruña. En la actualidad compagina su trabajo de diseñador gráfico con el de escritor. Publica por primera vez uno de sus poemas, Tú, en la antología Mar de nubes, de autores internacionales. En 2014 publica su primer poemario en solitario, Cuando el mar ya no se mueve. Pastillas para no soñar es su primera novela.

Articulo de prensa en la voz de galicia del 6 de junio de 2021 escrito por Melissa Orozco / C.A Pedro Alonso de la Iglesia, autor: «Quería mostrar que sí es posible alcanzar las metas. Yo, por ejemplo, cumplí el sueño de ser escritor» Su parálisis cerebral no le ha impedido una prolífica carrera como poeta, diseñador y deportista de élite en atletismo Una nueva técnica y un camino libre en donde impera el disfrute, estas fueron las fórmulas con las que el escritor coruñés Pedro Alonso de la Iglesia sustrajo los conflictos de varios personajes para crear una historia digna de contar. En este caso, se decantó por la prosa y publicó su primera novela Pastillas para no soñar, un relato redondo que encaja como un puzle de siete protagonistas y una familia. Un patchwork literario en donde las voces se convierten en retazos y el autor en diseñador. El libro fue presentado el sábado 4 junto a Uxía Fernández, psicóloga, y Cristina Gufé, escritora y licenciada en Filosofía y Ciencias de la Educación. La obra forma parte del catálogo de la editorial de autopublicación Caligrama de Penguin Random House, «un vivero de nuevos talentos» como dice Pedro Alonso. La inspiración de la historia surgió cuando vio un anuncio de televisión en donde se enunciaba el título de su relato. En el libro los personajes no quieren ser Matusalén o vivir cien años como reza la canción de Joaquín Sabina con el mismo nombre. Aquí los protagonistas crean sus propios sueños. Un ingeniero informático introvertido, una periodista enamorada del hijo de un mafioso y una promesa del fútbol que se alejó de sus seres queridos. Todos componen una familia formada por un médico ruso y una pediatra argentina. Sus vidas se cruzan a lo largo del libro oscilando entre el mundo real y onírico. «Todos los personajes tienen algo de mí. Uno es más bohemio, otro más honesto o pragmático. Todos juntos hacen un todo. Quería mostrar que sí es posible alcanzar las metas. Yo por ejemplo, cumplí el sueño de ser escritor. No se debe creer en dogmatismos», afirma. Cuando habla de sí mismo, piensa en las luchas que ha enfrentado en la sociedad por tener parálisis cerebral. De ahí el carácter onírico de su novela. «Es un juego en el que conecto esperanzas que se pueden hacer realidad. Alguien tuvo que soñar con un coche para crearlo, por ejemplo», añade. Este es su segundo libro, el primero fue un poemario que se titula Cuando el mar ya no se mueve. Pedro Alonso reconoce la influencia de este género literario en su novela, de hecho considera que se trata más de una poesía larga que de una narración clásica. Tardó casi ocho años en escribirla porque le gusta tomarse la literatura con mucha calma. «Estuve escribiendo las historias de los personajes de forma alterna para que no fuera un relato lineal. Quería que tuviera algunos toques de dinamismo. En el libro hay protagonistas de distintos orígenes porque me gusta lo ecléctico, la singularidad no. Yo creo que podemos aprender los unos de otros», asegura. Para él, el acompañamiento de Caligrama fue importante para estructurar su novela. «La aparición de editoriales de autopublicación abrieron puertas a muchos escritores noveles como yo», cuenta. El autor, además, desarrolla una página que se lanzará en enero. En el sitio web muestra sus escritos y los escenarios de la novela con gráficos 3D creados por él mismo. Es un espacio donde busca interactuar con sus lectores. Un creador polifacético que se encuentra más allá de los límites El perfil de Pedro Alonso es tan variopinto como los personajes de su novela. No solo escribe, también es diseñador gráfico y en su juventud tuvo una gran carrera deportiva. Compitió durante once temporadas en atletismo adaptado. Fue campeón nacional y batió varios récords en España en diferentes pruebas. En cinco ocasiones, integró el combinado nacional que representaría al país en europeos, mundiales y preolímpicos. En 1996 y en el 2001 el Consejo Superior del Deporte lo incluyó en la lista de deportistas de élite. Además de su talento en el atletismo, su sensibilidad por la imagen y la interactividad lo llevó a estudiar diseño gráfico. Ejerció la profesión en un estudio durante cinco años hasta que deseó comenzar su carrera como autor. Pedro Alonso considera que aún faltan muchas batallas para alcanzar una verdadera inclusión en la sociedad. «A mí al verme en una silla de ruedas y como hablo mal, ya creen que soy idiota hasta que conversan un rato conmigo. Ahora las cosas están mejor pero hay mucho por hacer para las personas con discapacidad. Creo que todo eso irá cambiando con el tiempo», manifiesta.

Articulo de prensa en el suplemento YES de la voz de galicia del 31 de enero de 2022 escrito por María Vidal Míguez Pedro, 50 años: «La primera vez que salí solo a la calle tenía 20 años» Diseñador gráfico, dos libros y deportista de élite. Todo ello a pesar de que sufre una parálisis cerebral desde su nacimiento que lo mantiene en silla de ruedas. Esta es la historia de un gallego que alcanzó todas sus metas Dice Pedro que para progresar hay que soñar. «Alguien tuvo que soñar con un coche para construirlo», apunta. Él tuvo que hacerlo con Pastillas para no soñar, su segundo libro, que publicó a mediados del año pasado, con el que ha conseguido, además, dar un paso de gigante en su proyecto vital: cumplir el sueño de ser escritor. «Me demostré que podía hacerlo. No es que alguien lo hubiera puesto en duda, sino que me lo demostré a mí mismo. Hago pocas cosas, pero las que hago las hago bien», señala. Hace mucho tiempo que sus manos se lanzaron a juntar letras para crear poemas. Su madre le llegó a decir que por qué no se hacía escritor, y él le contestó: «¡Qué tontería!». Sin embargo, con el tiempo recopiló todos aquellos poemas y les dio forma de libro. Cuando el mar ya no se mueve vio la luz en el 2014. A partir de ahí, se propuso crear su primera novela, y siete años después ya está en las librerías. «Dicen que la poesía es más difícil, pero a mí me ha costado mucho más la prosa», explica Pedro. La idea surgió de una frase que escuchó en un anuncio de televisión. Fue más tarde cuando se enteró de que también era el título de una canción de Sabina. Lejos de querer vivir cien años o vacunarse contra el azar, los personajes de su obra tienen sus propios sueños. «Es una novela de ciencia ficción, toca muchos géneros, pero va oscilando entre el mundo real y el onírico. Todos los personajes tienen algo de mí. Uno es más bohemio, otro más honesto o pragmático. Todos juntos hacen un todo. Quería mostrar que sí es posible alcanzar las metas. Yo conseguí la mía». A decir verdad, no es la primera que alcanza. Compitió durante once temporadas en atletismo adaptado a nivel nacional, europeo y mundial. Fue subcampeón mundial de eslalon y ostenta el récord mundial de balón medicinal, una prueba que consiste en empujar con las piernas un esférico. «La marca estaba en 12 metros, y yo conseguí lanzarlo 27», señala este coruñés que, con 50 años recién cumplidos, no tiene cuentas pendientes con la vida. En 1996 y en el 2001 el Consejo Superior del Deporte lo incluyó en la lista de deportistas de élite. Su condición nunca le ha supuesto un impedimento, de hecho, asegura que «se puede hacer todo con una silla, es un accesorio más». Él va en ella desde que era pequeño, y aunque las cosas han cambiado mucho desde entonces, considera que todavía queda mucho por hacer para lograr una completa independencia personal. «Hay muchos locales que no tienen accesos preparados para sillas; hay edificios del Gobierno que ni siquiera están adaptados, por no hablar de que los niños que quieren estudiar una carrera lo tienen difícil. Si no tienen apoyo, no pueden coger apuntes», explica Pedro a la vez que señala cuál es la gran batalla pendiente: los prejuicios. «Hay personas que sacan ideas equivocadas. A mí al verme en silla de ruedas, y como hablo mal, ya creen que soy idiota hasta que hablan un rato conmigo. A veces te tratan de forma diferente solo por ir en silla, supongo que es normal», indica. Esta última frase no se la compro, y me explica. «A ver, también hay gente que te ayuda, otra no, pero a mí no me para nadie». Nadie ni nada. La parálisis cerebral que sufre desde su nacimiento nunca ha sido un obstáculo para desarrollar su faceta de escritor, de diseñador gráfico o deportista de élite. Pedro es el menor de ocho hermanos, y vino al mundo con el cordón umbilical enrollado al cuello, lo que le privó de oxígeno durante cinco minutos. «De pequeño caminaba del brazo de mis padres. Salí solo a la calle por primera vez cuando tenía 20 años en una silla de ruedas manual, a partir de los 29 ya era eléctrica», explica Pedro que disfruta con sus amigos y con el Deportivo. «Soy socio desde los 17 años, me contagió la afición mi cuñado. Antes íbamos en moto al estadio... —cuenta—. ¡Me llevaba de paquete!». Confiesa que, a pesar de sus limitaciones, se maneja solo para todo. Y eso que vive con dos de sus hermanas, que en cualquier momento le pueden echar una mano. ¿Qué tal se vive rodeado de mujeres? «Es que yo soy muy independiente, no soy muy familiar, no las veo ni para cenar, ceno solo en mi habitación», bromea Pedro, que se define como alguien muy activo al que no le gusta estar haciendo mucho tiempo la misma actividad. Parece que con el libro la lista de los sueños pendientes se quedó vacía. A nivel profesional solo desea que tenga éxito, y en el plano personal la cuenta está a cero. Aunque rascando un poquito, confiesa la espinita que tiene clavada sobre su lugar de residencia. «Yo me querría ir de Coruña, me gustaría vivir en una ciudad más grande, como puede ser Madrid. Hay más salidas, ya no solo en mi situación, cualquier persona tiene más opciones. Además, el mundo está más adaptado», señala. Dejar el deporte Durante un tiempo compaginó su carrera deportiva con el plano laboral hasta que le resultó imposible. «Dejé el deporte porque a una edad el cuerpo dice basta y también por el trabajo, no me dejaban compaginar. Mucho deporte de élite, pero no se puede vivir de él, si no eres conocido». «Antes estaba cuadrado — dice bromeando— tenía mucha fuerza sobre todo en la piernas, andaba solo por casa, ahora no, me canso mucho. Pero hasta hace poco aún iba al gimnasio», cuenta Pedro. Aunque en un momento la priorizó, con el tiempo acabó dejando a un lado su faceta de diseñador. «La tengo aparcada, me gustaba, pero no donde estaba. Tenía que buscar yo a los clientes, hacer de comercial,y eso no es lo mío», confiesa. Ahora está centrado en adaptar su novela al mundo digital, donde mostrará sus escritos y los escenarios en los que transcurre la trama con gráficos 3D. Un espacio que le permitirá interactuar con los lectores. ¿Será el paso previo a un tercer libro? «Ideas tengo muchas, pero no me veo muy dispuesto porque da mucho trabajo. Mucho más de lo que parece». Conociéndolo, seguro que será su siguiente reto.

incluido en la agenda socio-cultural de diciembre de 2021 de fnac A Coruña nota de prensa en la voz de galicia del 4 de diciembre de 2021 presentación de la novela en fnac A Coruña el 4 de diciembre de 2021

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