Hacía…:
A veces eres la espiga que el viento mece,
y a veces el verso que cae al alma,
como lluvia arrasadora y devastadora,
tan sólo a veces te transformas en lagrimas
ardientes en mis ojos durmientes,
si, a veces… tan sólo a veces.
A veces gaviotas errantes se hallan
en ignotas sentinas,
como marolas rotas por la ira,
a veces eres sustento, y también hambre
del paseante sin nuevos caminos.
A veces quiero seguir esperándote,
y a veces me puede la melancolía;
hay heridas que no consigue cicatrizar
ni el eterno tiempo, vacío sin ti.
A veces creo que ni la fragua más ardiente,
puede competir contra mi deseo, tan sólo
a veces, ahora… tan sólo me queda esa
canción que en aquel día canturreamos
al unísono, ¿recuerdas?
Y esos verdes pantalanes que me permiten
salvar el océano que se entromete y se
obstina en separarnos.
Si, a veces te seguiré amando.